Si hay un sentido que nos haga rememorar instantes de nuestra vida, ese es el olfato. Es el olor dulzón a fruto maduro el que identifico con el final del verano. Melifluos atardeceres entre parras e higueras que anuncian la llegada del otoño. Momento de cambios que también se reflejan en nuestra mesa. Mientras el clima se atempera, los fogones se avivan y las cazuelas humean. Tiempo de platos reconfortantes que bien pueden ejemplificarse en esta receta vegana.
Ingredientes:
- 2 cebollas medianas.
- 2 pimientos rojos.
- 1 pimiento verde.
- 1 diente de ajo.
- 1 Kg. de tomates maduros.
- 200 Ml. de aceite de oliva.
- 1200 Ml. de agua.
- 2 hojas de laurel.
- 1 ramillete de perejil.
- Orégano.
- Sal.
- 2 patatas.
- 1 racimo de uvas.
Preparación:
Cortar las cebollas, los pimientos
y el ajo en pequeños dados. Poner a calentar una cazuela con el aceite de oliva
y agregar, en primer lugar, la cebolla. Una vez que esté pochada, añadimos los
pimientos y el ajo y los dejamos rehogar a fuego medio.
Por otra parte, pelamos y picamos
finamente los tomates, para, una vez sofritas el resto de verduras,
incorporarlos a la cazuela para cocinarlos a fuego lento. Añadir la sal y
remover constantemente hasta que queden fritos. Si fuera necesario, agregar
algo de agua para evitar que la mezcla se agarre.
Una vez obtenido el sofrito,
vertemos el agua junto con un bouquet de perejil y laurel para dejar hervir
durante unos 15 minutos. Al final de la cocción, incorporar el orégano y
apartar del fuego.
Este plato admite numerosas
guarniciones: pan del día anterior, uvas, higos, patatas. En este caso me he
decantado por unas patatas panaderas y uvas frescas.
La sopa de tomate es una de mis sopas preferidas,aquí no es una sopa muy común,pero está muy buena.
ResponderEliminarTienes razón en eso de los olores,a veces cuando hueles algo que te lleva a tu infancia cierras los ojos y te transportas por un instante.
Un abrazo!!